EL LUGAR DEL BOLUDO

Leyendo esta entrevista a Osvaldo Lamborghini encontré finalmente una frase que mi amigo Maltz repite muchas veces con verdadero entusiasmo en las tardes de cafecito y tertulia: “lo más difícil es sacar al escritor del lugar del boludo”. Definición profunda de lo significa escribir; de las implicancias en el campo social, de la economía, del mercado, de los premios, del morfi, del sexo, del ocio, del placer, del trabajo… Ahí va la entrevista.


El lugar del artista. Entrevista a Osvaldo Lamborghini

[Tomado de Lecturas Críticas. Revista de Investigación y Teorías Literarias, Buenos Aires, Año I, Nº 1, 1980, p. 48-51]

¿La parodia es un homenaje o una violencia?

En la parodia siempre entra el odio y el amor. El odio al semejante implica también amor. La parodia sería como un amor fracasado sino fuera abyecto decir que el amor fracasa. Es un oxímoron decir amor fracasado, si hay amor ¿cómo puede haber fracaso? No se puede mimar un objeto sin amarlo.

¿Pero también se lo pervierte, se lo degrada?

Se lo degrada, pero es una creación imaginaria, nadie degrada a nadie; es la creencia del sujeto que está degradando algo, no degrada nada; ni siquiera logra degradarse él mismo.

¿Qué te proponías con "El Niño Proletario"?

Yo me proponía cosas tales como: ¿porqué salir como un estúpido a decir que estoy en contra de la burguesía? ¿Porqué no llevar a los límites y volver manifiesto lo que sería el discurso de la burguesía? ¿Qué va a quedar comprometido? Planteado en términos gramaticales: un pronombre: yo. ¿Qué quiere decir yo? En esa época yo no tenía nada que ver con Freud, no había una idea de la cosa de elidir el sujeto, cambiarlo de posición en el discurso.

¿Este trabajo es previo a tus estudios de psicoanálisis y Lacan?

Totalmente previo.

Ahí aparece un niño con un falo, ¿no?

El falo era una cosa de hinchazón española. Habría que tomar el registro del texto, es un texto donde a veces se dice pija, pero hay momentos en que no. Hay que decir falo; funcionan una prohibiciones en el momento de escribir bastante extrañas,¿no?

¿Tenías alguna teoría esbozada de la parodia en ese momento?

En el libro de mi hermano que aparece ahora está dicho con todas las letras: Parodia, genio de nuestra raza. Hay una payada entre el Sabio negro y el Sabio blanco; es la payada del Moreno con Martín Fierro. Porqué no ver toda la literatura desde El Fausto de Estanislao del Campo?: Entonces todo entra a cambiar de una manera alucinante, todo. En esos términos no es lo mismo ver a Rimbaud desde la cultura francesa. Entre la Comuna de París que es absolutamente determinante en lo que hace Rimbaud, y bueno... Es lo que sucede con el frigorífico Lisandro de la Torre. Es un tipo como nosotros; ellos la hacen de una manera y nosotros de otra. Cuando Rimbaud dice me voy, hay que entender que se viene; lo que pasa es que con el afrancesamiento uno lee que Rimbaud se va y por identificación uno se está yendo con él. No, vos no te vas con él, estás acá esperándolo. Se va quiere decir que se viene para acá; Africa, las pampas argentinas todo igual para Rimbaud.

Lo que me llamaba la atención es que para el 70-73 vos estabas en la revista Literal; en aquel momento parecía que la revista tenía un enemigo...

Sí, el populismo. Eva Perón es popular, los chicos de clase media de Filosofía y Letras, son populistas. La estética del populismo es la melancolía. Y, yo no estaba en Literal, yo hacía junto con Germán García, Literal.

¿"El Niño Proletario" es un mito populista?

No, ¿porqué un mito?

Digo, constituido por la propia literatura de Boedo. Me refiero a Larvas, por ejemplo.

¿Querés que te diga la verdad? ¿Cuál es el gran enemigo? Es González Tuñon; los albañiles que se caen de los andamios, toda esa sanata, la cosa llorona, bolche, quejosa, de lamentarse. Una ideología siempre te propicia para pelotudeces, pero también para mitos heroicos. Cuando te criás dentro de mitos heroicos me parece abyecto quejarse. Esto es poesía quejosa, hacer esta especie de orgullo de padre proletario, que se levantaba a las cinco de la mañana con sus manos callosas; que traía pan crocante a la mesa. Es hacer descansar una cultura en este pobre tipo que vino de Italia a laburar acá. Es una cosa no contra Castelnuovo; no importa lo que él piense como subjetividad. En los textos la ideología actúa, la ideología sube al escenario y representa su papel. Al nivel del cuento que aparece en Vidas Proletarias, de Castelnuovo donde al tipo, al anarquista lo persigue un oficial de investigaciones y él llega a su casa y pide a la madre que lo proteja. Entonces la madre lo protege. Es un policía dedicado a torturar a este anarquista. Esto es lo que yo le copio en "El Niño Proletario": los tres burgueses ven pasar al niño proletario y se vuelven locos y lo quieren matar, están dedicados a él. Entonces lo agarra y viene el oficial Gómez, que es el que siempre lo tortura, entonces el tipo le dice a la madre que apague las luces, entra el policía, se arma un buen ruido, se prenden las luces, y está la madre muerta, desangrándose en el suelo y el policía que se ríe y dice: quiso matarme a mí y mató a su madre. No hay, te digo, una cosa personal con Castelnuovo, más bien con la ideología liberal de izquierda, esa cosa llorosa. Es decir, que los escritos tienen que valer por el sufrimiento que venden y por las causas nobles de ese sufrimiento.

¿El texto "El Niño Proletario", es una inversión de esa actitud?

Totalmente. Ahí hay una frase suprimida: yo pienso que. A ese texto con esa frase lo destruyo, lo convierto en una porquería. "Yo pienso que" habría que terminar con esa literatura liberal de izquierda. Entonces tiramos la bola a ver qué dicen, qué van a entender; no te olvides que es de 1969, o sea hace 11 años, era mucho más difícil. Y bueno, había que explicar que uno no era un monstruo.

Es un texto provocativo, escandaloso, totalmente perverso, ¿no?

No, no es perverso, es sexual.

Pero esas cosas que intercambian, uno caga, el otro come.

Esos son los juegos que hacen los chicos, son perversos polimorfos. Hay todo un goce, en tanto se juega a la muerte de un niño; la cultura occidental consiste en matar un niño, todos pensando todo el tiempo cómo matar al niño.

¿"El Niño Proletario" es la única parodia que vos escribiste?

Todo es parodia, el último poema de mi último libro se llama "Die Verneinung" obviamente yo no sé alemán; es un artículo de Freud; por eso las comillas. En el texto mismo la parodia es un mundo. La madre Hogarth se refiere al pintor, digamos que son cuadros muy terribles. Hay partes enteras del poema que son descripciones del cuadro, los ahorcados en un panel derruido, está la cosa de Rimbaud, ¿no?

Y Neibis, ¿es un chiste?

Neibis es "Si bien" al revés. Lo pongo al revés para no cantar la bola de entrada.

Si en aquel momento renegabas de los liberales de izquierda, por ejemplo, a la mañera de González Tuñón y de los populistas que se vuelven peronistas. ¿Vos desde qué lugar lo hacías?

Si hay lugar, no hay poesía; desde ningún lugar. Toda la relación con la poesía es desde ningún lugar.

¿En aquel momento vos te podés decir de vanguardia?

Y, si querés, digamos que sí.

¿A quiénes leías entonces?

Mis epifanías fueron entonces, Hegel, ese tipo de cosas. Después no me puedo hacer el populista, el obrero. Dentro de la literatura todo, bah, todo... La vida dedicada a eso. Me acuerdo de Croce; los textos críticos a los que teníamos acceso en esa época. No estaban Barthes, Todorov, nada.

Pero, ¿en el 69 no lo conocías a Massota?

No, a Massota lo conozco después del Fiord. Al Fiord se lo lee a Massota el primer grupo lacaniano de Buenos Aires.

¿Vos conocías a los de Contorno?

¡Qué los voy a conocer en esa época! Los diez años que me lleva Massota; somo del mismo barrio, yo era un chico, para mí Massota era un dios.

¿Es irreverente la parodia?

Habría que ver a quién se le hace una parodia. En cierto sentido toda la literatura podría ser calificada de irreverente. Un escritor nunca habla de pavadas. Una de las tareas difíciles de llevar a cabo, es sacar al artista del lugar de boludo en que se lo ha colocado.

Uno escribe en función de los textos que ha leído. Lo que uno ha leído actúa como sobredeterminación. La vida es un texto, que es una sobredeterminación mayor.

Por ejemplo, Bataille explica cómo las fotos viejas llegan a tener un efecto paródico y gracioso, sin haber sido ésa su primera intención. Una cosa que me fascinaba mucho en esto de la parodia es que la prenda nacional: la bombacha, es una partida que Ascasubi, como ministro de Guerra, compra a los turcos cuando pierden la guerra de Crimea; de ahí viene la bombacha. La prenda nacional es eso. Ya está puesto el significante, ya está.

La parodia tiene que ver con los niveles de identificación agresiva. Parodia vendría a ser lo que Hegel llama pasaje de la tragedia a la comedia burguesa, es decir, de Edipo Rey al vodeville.

LOCA POESÍA

LOCA POESÍA

Insuficiente imaginar la locura en términos de un poeta que escribe. Pienso en Jacobo Fijman internado, garabateando, desesperado, triste, con pastillitas de por medio. ¿Qué tiene que ver eso con su poesía? Mucho, poco, nada? ¿importa?

Interesa abordar la locura en la letra misma, como gesto inusual que nos descoloca. La letra se vuelve loca, o nosotros mismos con el deseo de domesticarla nos intranquilizamos. Como en una conferencia de Rubén Darío en 1896 en donde uno de los asistentes se escandalizó al escuchar el tercer verso de un poema: “un blanco horror del Belcebú” Y dijo al concluir la ceremonia: “ Yo quiero salir del manicomio donde se llama blanco al horror; donde según Quevedo, se llama al arrope, crepúsculo de dulce; donde según Stéphane Mallarmé, es lo mismo rosa y aura que mujer”


Por allí anda la locura, la letra que enloquece, el lector buscando descifrar una metáfora y fracasando en el mismo momento del descubrimiento. Trabajo inservible, inevitable, buscar la locura, vivir allí si se puede, si se soporta. Siempre con cordura, claro.

MAURICIO VALLUZZI




“Demencia:
el camino más alto y más desierto.

Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones


(Fragmento de “El cisne blanco” de Jacobo Fijman)

DICE ALAN PAULS

SOBRE CINE

El cine es un trabajo muy complicado que requiere una cantidad de talentos que yo no tengo, talentos que no necesariamente tienen que ver con el trabajo de la puesta en escena o con el trabajo de escribir una película, sino más bien con un cierto ejercicio de poder. Los cineastas en general son personas que están muy dotadas para mantener reunidas a cuarenta personas, por lo menos, durante dos o tres meses, y si no existiera esa autoridad que las reúne tenderían a dispersarse en una especie de entropía fatal. Un cineasta es alguien que logra mantener una especie de pequeño cosmos unido y lo logra en condiciones generalmente muy adversas. Edgardo Cozarinsky, un cineasta argentino que yo admiro mucho, dice que para ser cineasta hay que ser mitad monje y mitad militar. Creo que la mitad monje puedo imaginármela para mí, pero la mitad militar, sin embargo, no me la puedo imaginar para nada. Como buen escritor, me resulta muy difícil hacer vida social solamente. Para mí es mucho más sencilla la soledad del monasterio, al contrario que al cineasta, una persona que se siente, en general, como pez en el agua en esa pequeña microsociedad que es un rodaje.



SOBRE LAS BIOGRAFÍAS

Las biografías tratan de atravesar la obra para llegar hasta el sujeto en carne viva. No es ése el sujeto que a mí me interesaba y me interesa. Insistiendo en ello, a mí no me interesa la interioridad del escritor, los traumas de infancia, etc., no me interesa su interior, sino la exterioridad pura que todos los escritores se inventan, se dan a sí mismos, para medirse con algo que de algún modo les resulta bastante ajeno como es el mundo. Y ese personaje es una especie de figura intermedia entre la obra y el sujeto biográfico.

SOBRE PSICOANÁLISIS Y LITERATURA

El psicoanálisis a mí me interesa mucho; incluso hoy, que está tan desacreditado. Sin embargo, jamás lo aplicaría a un sujeto. Lo mejor que el psicoanálisis ha hecho con la literatura, y ha hecho cosas muy extraordinarias con la literatura del siglo XX, lo ha hecho siempre con las obras y los textos. En general, el mal psicoanálisis es el que ha tratado de analizar a los escritos como personas, o a través de una obra pretender acceder a la interioridad o al inconsciente de un sujeto. Yo creo que ahí el psicoanálisis siempre ha fallado porque la hipótesis misma es una hipótesis completamente disparatada. Una obra no es un sujeto. Una obra es algo que va mucho más allá de un sujeto. Soy argentino y vengo de un país (sobre todo Buenos Aires) eminentemente psicoanalítico. Me interesa mucho el psicoanálisis, como te digo, pero jamás leería en términos psicoanalíticos a un sujeto escritor.

VIEL TEMPERLEY,POETA

VIEL TEMPERLEY, POETA



Cada vez que leo la obra completa de un poeta tengo la inminente sensación que con el correr de las páginas algo va a ocurrir. Y ese algo tiene que ver con el cambio, con la ruptura, con el presentimiento de la madurez en la escritura. La sensación que una vez abandonado los poemas de juventud nos instalamos en la edad adulta de un corpus textual.
Este prejuicio muchas veces se confirma y otras claro está, como bien corresponde en el terreno literario, queda absolutamente desmentido.
Recorriendo la obra del poeta argentino Héctor Viel Temperley la inminencia de lo menor a lo mayor se hace notoriamente considerable: y esto no sólo por el señalamiento que cierto aparato crítico hace sobre nuestra lectura marcando puntos de quiebre, sino mejor por un efecto de lectura.
Se advierte: no cambia la búsqueda, sino los tonos. No se modifican las imágenes sino que se pulen sus formas. Además de ello Viel Temperley tuvo el inmenso talento de acercarse a la profundidad sin ser atrapado por la cursilería. En este punto parece hermanarse con Alejandra Pizarnik.
Después podremos establecer discusiones sobre el momento preciso del pasaje: ¿fue con su libro Legión Extranjera? ¿Fue con Crawl? Para Rodolfo Fogwill a partir del poema “El escorial” de 1978 la poesía de Viel comienza a encontrar su punto más alto para consolidarse en sus dos conocidos últimos libros.
Si tendría que buscar un título amarillo, sensacionalista y tendencioso para ilustrar este artículo diría: “Viel Temperley: de poeta premiado por la S.A.D.E a gran escritor". Sin embargo se llamará: Viel Temperley, poeta.
Para percibir el pasaje del que vengo hablando se hace necesario leer la obra completa; para disfrutar de su poesía con algunos textos alcanza.

(mauricio valluzzi)





Pabellón Rosetto, larga esquina de verano, armadura de mariposas: Mi madre vino al cielo a visitarme.

Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y horas. Soy feliz. Me han sacado del mundo.

Mi madre es la risa, la libertad, el verano.

A veinte cuadras de aquí yace muriéndose.

Aquí besa mi paz, ve a su hijo cambiado, se prepara -en Tu llanto— para comenzar todo de nuevo.


( Versión con esquirlas
y "Christus Pantokrator")

Pabellón Rosetto, larga esquina de verano, armadura de mariposas: Mi madre vino al cielo a visitarme.

Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y horas. Soy feliz. Me han sacado del mundo

Mi madre es la risa, la libertad, el verano.

A veinte cuadras de aquí yace muriéndose.

Aquí besa mi paz, ve a su hijo cambiado, se prepara -en Tu llanto- para comenzar todo de nuevo.

Hospital Británico

La muchacha regresa con rostro de roedor, desfigurada por no querer saber lo que es ser joven.

Llevando otro embarazo sobre las largas piernas, me pide humildemente fechas para una lápida. (1984)

Hospital Británico

¿Quién puso en mí esa misa a la que nunca llego? ¿Quién puso en mi camino hacia la misa a esos patos marrones —o pupitres con las alas abiertas—que se hunden en el polvo de la tarde sobre la pérgola que cubrían las glicinas ? (1984)

Hospital Británico

Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia mi cuerpo . (1984)

Pabellón Rosetto

Aquella blanca pared nueva, joven, que hablaba a las palmeras de una playa -enfermeras de pechos de luz verde- en una fotografía que perdí en mi adolescencia.

Pabellón Rosetto

Soñé que nos hundíamos y que después nadábamos hacia la costa lentamente y que de nuestras sombras de color verde claro huían los tiburones. (1978)

Pabellón Rosetto

Si me enseñaras qué es el verde claro... (1978)

Pabellón Rosetto

Es difícil llegar a la capilla: se puede orar entre las cañas en el viento debajo de la cama. (1984)

"Christus Pantokrator"

La postal tiene una leyenda: "Christus Pantokrator, siglo XIII".

A los pies de la pared desnuda, la postal es un Christus Pantokrator en la mitad de un espigón larguísimo. (1985)

"Christus Pantokrator"

Entre mis ojos y los ojos de Christus Pantokrator nunca hay piso. Siempre hay dos alpargatas descosidas, blancas, en un día de viento.

Con la postal en el zócalo, con Christus Pantokrator en el espigón larguísimo, mi oscuridad no tiene hambre de gaviotas. (1985)

"Christus Pantokrator"

La postal viene de marineros, de pugilistas viejos en ese bar estrecho que parece un submarino—de maderas y latas—hundiéndose en el sol de la ribera.

La postal viene de un Christus Pantokrator que cuando bajo las persianas, apago la luz y cierro los ojos, me pide que filme Su Silencio dentro de una botella varada en un banco infinito. (1985)

"Christus Pantokrator"

Delante de la postal estoy como una pala que cava en el sol, en el Rostro y en los ojos de Christus Pantokrator. (1985)

Sé que sólo en los ojos de Christus Pantokrator puedo cavar en la transpiración de todos mis veranos hasta llegar desde el esternón, desde el mediodía, a ese faro cubierto por alas de naranjos que quiero para el niño casi mudo que llevé sobre el alma muchos meses. (Mes de Abril de 1986)

Larga esquina de verano

Alguien me odió ante el sol al que mi madre me arrojó. Necesito estar a oscuras, necesito regresar al hombre. No quiero que me toque la muchacha, ni el rufián, ni el ojo del poder, ni la ciencia del mundo. No quiero ser tocado por los sueños.

El enano que es mi ángel de la guarda sube bamboleándose los pocos peldaños de madera ametrallados por los soles; y sobre el pasamano de coronas de espinas, la piedra de su anillo es un cruzado que trepa somnoliento una colina: burdeles vacíos y pequeños, panaderías abiertas pero muy pequeñas, teatros pequeños pero cerrados—y más arriba ojos de catacumbas, lejanas miradas de catacumbas tras oscuras pestañas a flor de tierra.

Un tiburón se pudre a veinte metros. Un tiburón pequeño —una bala con tajos, un acordeón abierto—se pudre y me acompaña. Un tiburón—un criquet en silencio en el suelo de tierra, junto a un tambor de agua, en una gomería a muchos metros de la ruta—se pudre a veinte metros del sol en mi cabeza: El sol como las puertas, con dos hombres blanquísimos, de un colegio militar en un desierto; un colegio militar que no es más que un desierto en un lugar adentro de esta playa de la que huye el futuro. (1984)

Larga esquina de verano

¿Nunca morirá la sensación de que el demonio puede servirse de los cielos, y de las nubes y las aves, para observarme las entrañas?

Amigos muertos que caminan en las tardes grises hacia frontones de pelota solitarios: El rufián que me mira se sonríe como si yo pudiera desearla todavía.

Se nubla y se desnubla. Me hundo en mi carne; me hundo en la iglesia de desague a cielo abierto en la que creo. Espero la resurrección espero su estallido contra mis enemigos— en este cuerpo, en este día, en esta playa. Nada puede impedir que en su Pierna me azoten como cota de malla -y sin ninguna Historia ardan en mí- las cabezas de fósforos de todo el Tiempo.

Tengo las toses de los viejos fusiles de un Tiro Federal en los ojos. Mi vida es un desierto entre dos guerras. Necesito estar a oscuras. Necesito dormir, pero el sol me despierta. E1 sol, a través de mis párpados, como alas de gaviotas que echan cal sobre toda mi vida; el sol como una zona que me había olvidado; el sol como un golpe de espuma en mis confines; el sol como dos jóvenes vigías en una tempestad de luz que se ha tragado al mar, a las velas y al cielo. (1984)

Larga esquina de verano

La boca abierta al viento que se lleva a las moscas, el tiburón se pudre a veinte metros. E1 tiburón se desvanece, flota sobre el último asiento de la playa—del ómnibus que asciende con las ratas mareadas y con frío y comienza a partirse por la mitad y a desprenderse del limpiaparabrisas, que en los ojos del mar era su lluvia

Me acostumbré a verlas llegar con las nubes para cambiar mi vida. Me acostumbré a extrañarlas bajo el cielo: calladas, sin equipaje, con un cepillo de dientes entre sus manos. Me acostumbré a sus vientres sin esposo, embarazadas jóvenes que odian la arena que me cubre. (1984)

Larga esquina de verano

¿Toda la arena de esta playa quiere llenar mi boca? ¿Ya todo hambre de Rostro ensangrentado quiere comer arena y olvidarse?

Aves marinas que regresan de la velocidad de Dios en mi cabeza: No me separo de las claras paralelas de madera que tatuaban la piel de mis brazos junto a las axilas; no me separo de la única morada—sin paredes ni techo— que he tenido en el ígneo brillante de extranjero del centro de los patios vacíos del verano, y soy hambre de arenas—y hambre de Rostro ensangrentado.

Pero como sitiado por una eternidad, ¿yo puedo hacer violencia para que aparezca Tu Cuerpo, que es mi arrepentimiento? ¿Puedo hacer violencia con el pugilista africano de hierro y vientre almohadillado que es mi pieza sin luz a la una de la tarde mientras el mar -afuera- parece una armería? Dos mil años de esperanza, de arena y de muchacha muerta, ¿pueden hacer violencia? Con humedad de tienda que vendía cigarrillos negros, revólveres baratos y cintas de colores para disfraces de Carnaval, ¿se puede todavía hacer violencia?

Sin Tu Cuerpo en la tierra muere sin sangre el que no muere mártir; sin Tu Cuerpo en la tierra soy la trastienda de un negocio donde se deshacen cadenas, brújulas, timones —lentamente como hostias— bajo un ventilador de techo gris sin Tu Cuerpo en la tierra no sé cómo pedir perdón a una muchacha en la punta de guadaña con rocío del ala izquierda del cementerio alemán (y la orilla del mar espuma y agua helada en las mejillas—es a veces un hombre que se afeita sin ganas día tras día).( 1985)

Larga esquina de verano

¿Soy ese tripulante con corona de espinas que no ve a sus alas afuera del buque, que no ve a Tu Rostro en el afiche pegado al casco y desgarrado por el viento y que no sabe todavía que Tu Rostro es más que todo el mar cuando lanza sus dados contra un negro espigón de cocinas de hierro que espera a algunos hombres en un sol donde nieva ? ( 1985 )

Tu Rostro

Tu Rostro como sangre muy oscura en un plato de tropa, entre cocinas frías y bajo un sol de nieve; Tu Rostro como una conversación entre colmenas con vértigo en la llanura del verano; Tu Rostro como sombra verde y negra con balidos muy cerca de mi aliento y mi revólver; Tu Rostro como sombra verde y negra que desciende al galope, cada tarde, desde una pampa a dos mil metros sobre el nivel del mar; Tu Rostro como arroyos de violetas cayendo lentamente desde gallos de riña; Tu Rostro como arroyos de violetas que empapan de vitrales a un hospital sobre un barranco. (1985)

ESCRITORES QUE HAN CAIDO EN SALDO

Escritores que han caído en saldos


Ángel Ramo (Rauch 1930- Tandil1967) fue un escritor menor en buena parte de su obra aún dispersa. Tuve la suerte de encontrar un fragmento de Diario del ave de Raza durante mi temporada en Tandil el año pasado. Compré el libro dejándome llevar por un pálpito y pensando que más allá de su pobre estado (sin tapas y de color amarillo intenso) encontraría algún rastro de literatura local fuera del aura Gombrowicz - Di Paola. En ese sentido el libro me defraudó inmediatamente: la cuarta página de El Diario muestra una anécdota que involucra a nuestro escritor con el célebre polaco. Para un desprevenido la viñeta que se cuenta llama la atención, pero a esa altura del año ya casi me camuflaba entre los tandilenses y no me sorprendió que una vez más saliese a escena la picardía del viejo-así se lo menciona en la ciudad donde circulan cientos de historias mentirosas- para ningunearlo: “Me alejé de Tandil entre otras cosas porque el viejo corría más detrás de mi cola que de mis textos” Lo cierto es que promediando el Diario Ramo pisa el palito y termina confesando-sin ahorrase un céntimo de patetismo- que migró de la ciudad porque su familia había dejado de quererlo por sus crónicos estados de catatonia.
Meses después del hallazgo había olvidado el nombre y banalidades de nuestro escritor, cuando entre los pilones de libros viejos de un localcito en Azul me topé con una antología de poetas locales (del centro de la provincia prefieren llamarse) que incluía diez páginas de Ramo precedidas de una breve nota biográfica. Allí, en el renglón final, se describe pintorescamente el suicidio “perturbado por sus fantasmas y luego de merodear la zona de La movediza se arrojó desde un peñasco” Esta frase, escrita por mano anónima, bien podría llevar la firma de Ramo cuyo mayor mérito artístico fue crear imágenes fuertes para apelar-consciente o no- a nuestra vergüenza ajena “ sin pareja: sentado en una mesa esquinada del restaurante, no hay lugar vacante frente a mí, muchos menos el vacío: ni más ni menos que una silla” Personalmente, me defraudó un poco que Ramo no decidiera terminar sus días en la mismísima boca del lobo La movediza y, en cambio, diera unos cuantos pasos al costado para arrojarse desde una piedra cualquiera al vacío. Tal vez no esté lo suficientemente maduro como lector para comprender este gesto.


(Luis Maltz)


Algunos poemas de Ramo

Hippies en la sierra o padre desnudo en vestuario (poema panfletario)


¿Y por que no tomarnos las manos haciendo formaciones en S? O mejor:
¡estoy en la sierra y respiro! Me han salido unos granitos en las junturas del brazo, sí oíste bien: me creció una verruga. El cuerpo es mío, duerme tu siesta en la capital del ave de raza
No hay nada más seguro para el niño que entrar de la mano paterna al vestuario para luego soltarse.
Soltémonos las manos.




La ciudad

Si hay Cristo Redentor que baje y se haga cristo enano,

que aún somos muy adultos para entender el gesto en una piedra

R. se lava la cara en el dique, desde el fuerte proyecta la ciudad

¿y por qué no bajar al redentor de un tiro en la frente?



La cola de novia o Ñandúes empollando

Sosteníamos tu cola: recién nos habíamos mudado a la ciudad y era el primer casamiento al que asistíamos. Fuera de la capilla esperaban otras novias empollando bajo sus vestidos. De repente, la más petisa de las cinco extrajo un inmenso huevo blanco de su meriñaque y lo puso en órbita. Oímos el zumbido y abandonamos la capilla, tarde o temprano estallaría contra el suelo. Nadie se casó en el templo: la yema nos cubrió de algarabía.





VALERIO MAGRELLI

Cómo se lee un diario? ¿Cuáles son sus partes? ¿Cómo definirlas?. Parecen ser preguntas indicadas para un curso introductorio de periodismo o análisis del discurso. Sin embargo el poeta italiano Valerio Magrelli parte de ellas para hacer uno de los libros más curiosos que he leído en el último año: EPÍGRAFES PARA LA LECTURA DE UN DIARIO. En un ejercicio de inmensa ironía poética, Magrelli dice lo que el producto calla. O en verdad poetiza los recovecos de un discurso anquilosado por la tradición, la estructura y el consumo. Vuelve a mirar corrosivamente lo que el trajín cotidiano "nos da" para leer. Magrelli nos obliga a repensar los cerrojos todavía vigentes impuestos al quehacer poético: ¿poesía a partir de un elemento cultural tan antipoético? Simplemente sí.

(mauricio valluzzi)

TITULARES

Son las espinas
para arrancar la lana
las astillas para deshacerse de la red,
pretextos para atraer
la atención textil
del lector, trampas,
cepos, y en tanto el ojo
ya ha caído
en el engaño de la nota.


POLÍTICA NACIONAL

La función profiláctica
del lenguaje político
consiste en impedir un contacto
directo entre las cosas. Gracias al
desarrollo de nuevos materiales,
el código ha quedado reducido a un velo
imperceptible (estaba por decir inconsútil),
que hace sentir de todo
donde no pasa nada.


METEOROLOGÍA

El eterno retorno del anticiclón
y el área de baja presión:
Europa, Prometeo, carcasa
devorada entre los picos de las máximas.


DEPORTE

Más allá del limite,
más allá de las articulaciones,
el cuerpo del atleta se tensa
y salta
a la aureola del premio,
al diagrama del récord,
al informe clínico
a la cabecera del lecho donde
reposa, Doble inmóvil y embrujado,
el lector deportivo.

AVISOS ERÓTICOS

Masajeadoras expertas
en temores y temblores
parejas bisex abiertas
al comercio de humores
criaturas enmascaradas
que el sexo instiga noche
y día, flagelantes,
radiotelegrafistas del eros,
no hay tregua a las ganas
no hay freno al anuncio
verdadera, loca e impura
inserción de sí.

evita en la hoguera

No se muy bien como se llevarán la literatura y las efemérides. En cualquier caso el domingo último pasado se cumplió un nuevo aniversario de la muerte de Maria Eva Duarte.
En 1972 en su libro Partitas, Leónidas Lamborghini escribió el poema largo "Eva Perón en la hoguera", reescribiendo el texto de Evita La razón de mi vida.
A mi entender la máxima virtud del poema reside en la invencion de una voz, o si se quiere la reinvención de una enunciación poética en el ámbito político. Mucho más que en el nivel de los contenidos, el poema me interesa porque recupera un decir político pasional construido íntegramente por literatura: respiración cortada, escisión, juego significante, sintaxis dislocada. Decir que Leónidas Lamborghini es un poeta peronista, no sólo me resulta insuficiente, si no que lo ubica en el inmerecido espacio del panfleto. Me gusta pensarlo como un hombre, que es o fue peronista, pero que sobre todo pudo entender el peronismo a través de la escritura. Verdadera labor literaria

(mauricio valluzzi)



EVA PERÓN EN LA HOGUERA

I
por él.
a él.
para él.al cóndor él si no fuese por él
a él.
brotado ha de lo más íntimo. de mí a él:
de mi razón. de mi vida.
lo que es un cóndor él hasta mí:
un gorrión en una inmensa.
hasta mí: la más. una humilde en la bandada.
un gorrión y me enseñó:
un cóndor él entre las altas. entre las cumbres:
a volar.
si casi y cerca:
a volar.
si casi de:
a volar
en una inmensa. un gorrión.
y me enseñó:
si veo claramente. por eso:
si a veces con mis alas.
si casi cerca de.
si ando entre las altas. si veo.
si casi toco casi:
por él
a él:
todo lo que tengo:
de él.
todo lo que siento:
de él.
todo el amor de mí:
a él.
mi todo a su todo:
a él.

II

no es el azar.
no es de buenas a
que se me ha traído:
el caso que me toca.
no es y
de pronto
yo fanática.
quiero explicarme aquí. el caso.
no el azar:
un sentimiento.
un fundamental.
no es de buenas a
y de pronto
a cosas grandes.
quiero explicarme aquí:
un sentimiento que:l
a Causa. quiero explicarme aquí:
la indignación.
un fundamental.
un en mi corazón.
un hallado que domina
desde:
ir a buscar atrás a remontarme. allí dolor.
allí he: frente a la.
cada injusticia he: cada recuerdo.
hoy mismo aquí
de alguna
de cada
guardo: que domina.
no es y de pronto y yo fanática.
quiero explicarme aquí: la Causa.
un fundamental.
un que domina desde.
un desgarrándome.
un en mi corazón
como si me clavase:
íntimamente.

III
revelación:
casi de golpe y que lo supe:
los ricos como árboles los pobres como pasto.
y hay más
y hay más: mi tema único. y hay más hay más:
una tristeza.
los reyes magos no.
los camellos no: una impresión muy.
casi de golpe
y lo sentí.
una tristeza:
y hay más
y hay más: una marca. y reaccionaba. y muy.
yo nunca pude:
los pobres no. una marca. mis palabras.
mis actos muy.
una impresión una tristeza hasta el borde
muy.
y hay más
hay mas y
reaccionaba: casi de golpe
hasta el borde muy: o ruego o maldición
y lo declaro: todo esto.
los pobres como pasto. revelación. una tristeza
y hay más
y hay más.
los camellos no.
los reyes magos no.
los pobres no: como pasto.
y lo declaro
y lo sentí:
todo esto cambiará.
o ruego
o maldición:
o las dos cosas.


IV
un día hay:
un maravilloso:
ese fue.
lo vi desde.
un momento hay:
el encuentro. el comienzo de mí.
en todas las vidas hay:
lo por hacer. la cosa
.un momento: en qué.
el encuentro: en qué.
mi día: fuego. lo vi desde.
ese fue: de mí. en todas las vidas
hay:
lo monótono sin.
el paisaje sin.
lo definitivo que parece sin:
una cree
pero en el fondo
no a aquello: un grito.
no a resignarme. por fin llegó. ese fue:
mi día hay
mi maravilloso.
un camino nuevo: lo por hacer. la cosa por.
la revolución por. ese fue. lo vi desde. fuego: un
grito
un día hay.
un momento hay.
un maravilloso hay.


V
pronto pronto desde los bordes.
los comunes pronto pronto los eternos pronto
desde el camino desde los bordes
pronto
pronto
los enemigos de la cosa por: juramentándose.
la cosas por apedreada desde
los bordes: los enemigos los eternos
pronto
pronto
¡yo los he!
las piedras pronto desde los bordes desde las sombras
¡yo los he!
los eternos juramentándose pronto pronto
las piedras pronto pronto:
¡yo los he!


VI
la hora de mi soledad. de puerta en puerta. los puñetazos bajo el cielo.
los golpes.
¡esa es! ¡esa es! mi calvario. aquellos días. mi bautismo.
esto: la hora de nacer. esto: la hora de morir. cada golpe.
el líder él. su palabra: encárgate
encárgate.
el líder él. el ausente. lo tuvieron. el prisionero. él:
aquellos días bajo el cielo.
la semana de.
octubre de. de fiebre. de dolor.
los puñetazos. ¡esa es! ¡esa es! los comunes. los eternos. los pilatos.
aquellos días: anduve
me largué: en ese penoso. en ese incesante: sentía bajo el cielo. arder
en mí: la llama. el cielo. un paisaje que conservo. las luces. las
sombras. una gran luz al lado: el pueblo únicamente.
de allí vino. en ese.
un: el líder él
su palabra. un mensaje: encárgate. encárgate.
la hora. los golpes. las sombras. la llama: arder.
esto: la traición
muchos.
esto: la cobardía
muchos.
esto: una gran luz. la lealtad muchos: que conservo. anduve. me largué:
de puerta en puerta por la gran por la ciudad. bajo el cielo: la llama.
en ese.
arriba: los comunes. los eternos. los pilatos lavándose. los golpes.
descendí: una gran luz que conservo. los corazones: el muestrario.
los humildes que laten generosamente. descendí.
sentí arder. una gran que
conservo. una luz: de allí vino. los humildes que laten: el muestrario.
generosamente. de allí vino: en ese.
a medida que: las puertas.
a medida que: el muestrario. bajo el cielo: arder. arder.
aquellos días lo tuvieron: el líder él. su palabra. su mensaje:
los trabajadores: encárgate.
los descamisados: encárgate. encárgate.
el pueblo únicamente: de allí vino. arriba: los pilatos lavándose:
mi calvario. la hora.
arriba: ¡esa es! ¡esa es! mi bautismo: cada.
¡esa es! ¡esa es!
los puñetazos. esto: cada golpe morir.
¡esa es! ¡esa es!
esto: cada golpe
nacer.

(fragmento)

Más de Arteca

SEGUNDA ENTREGA


Entrevistamos a Mario Arteca en un bar cercano a la plaza Rocha. El encuentro se extendió alrededor de siete horas durante las que con el grabador apagado o encendido siempre se habló de literatura. Le agradecemos a Mario por contagiarnos su entusiasmo.
Aquí ofrecemos la segunda entrega de lo que será una serie de publicaciones sucesivas.







Poesía concreta brasilera

Trabaja el legado de Mallarme, sobre todo en la parte final: El golpe de dados. El francés había sido editado y traducido por los hermanos Campos y descubrieron que un mismo poema arrojaba traducciones parecidas pero distintas. Los concretistas además de la zona gráfica trabajan una zona traductiva que aporta una amplitud de criterio más allá de la poesía tradicional.
El concretismo brasilero se caracterizaba por su exageración y recuperó máximas del modernismo (vanguardia brasilera): comerse a sí mismo, formas y fórmulas y el trabajo con el espacio y el campo visual.
Este movimiento tuvo influencia en el neobarroco argentino e incluso en algunos poetas españoles; acá en La plata incidió en la obra del artista plástico
Edgardo Vigo, por ejemplo.


La traducción

La complejidad en la traducción se nota, por ejemplo, en la poesía de John Ashbery, que parece llana pero resulta muy difícil de traducir. Su poesía tiene mucho slang, el argot neoyorquino. Creo que un buen traductor- que en la argentina hay buenísimos: Daniel Samoilovich, Mirta Rosenberg y Daniel García Helder- tiene la capacidad de comprender cómo funciona un poema en el idioma original, entonces traduce lo más aproximadamente posible.
Los españoles ponen mucha plata en traducciones que no sirven, por ejemplo lo que han hecho con Seamus Heaney. Por lo general lo que hacen es buscar la forma que encuentran, si el poema tiene cierta asonancia o consonancia ellos buscan lo mismo ¡pero no es lo mismo! porque el espíritu se pierde.
Supongamos que alguien se enfrenta a la tarea de traducir una novela de Aira. Cuando César escribe sentencias casi filosóficas, lo vemos como una especie de descanso narrativo y un traductor extranjero bien podría leerlas en serio. En fin, tenés que entenderlo como una máquina de ficción.






El Trabajo poético

Yo no creo en la inspiración; cuando me preguntan cómo funciono, respondo: eventualmente escritor de poesía. No creo en la poesía con mayúsculas; me gusta que la poesía sean textos que no se parezcan a la poesía. Buscás más una imagen que tenga que ver con un desplazamiento, con el desplazamiento del sentido; para mí un escritor no tiene que tener control de lo que se escribe: hay un momento dado en el que la poesía no se parece a lo que vos sos. Es interesante que uno encuentre en sus propios textos momentos en los que no se sienta identificado, porque eso significa un crecimiento personal, una meta por la cual continuar tu propia poesía. Cuando yo empiezo a reconocer algo que ya escribí, DELETE y afuera. Si realmente no podés escribir algo mejor de lo que escribiste, no te dediques a nada, yo creo que uno puede borrar una obra completa.
A mi entender la poesía es como uno la formula y la trabaja.






Sobre tres contemporáneos: Sosa, Jiménez y Batista

Con Víctor Sosa y Reynaldo Jiménez me une una búsqueda común. Ellos están vinculados a lo que quedó del neobarroco. Hay cierta sensualidad del lenguaje que manejan, sobre todo Víctor y León Félix Batista.
Reynaldo trabaja, otra cosa, digamos cierta zona del modernismo peruano; hace una lectura muy inteligente-sobre todo para Perú-de la unión de los nuevos escritores y la tradición. Para mí los poetas peruanos hacen la mejor poesía de América Latina. Reynaldo es un tipo que la argentina no ha leído como debiera. Un hombre de una profundidad muy grande, con un sentido fónico y auditivo muy importante que se nota más cuando lo escuchás que cuando lo leés.
Félix Batista retoma una tradición muy sensual del barroco latinoamericano; es una vertiente distinta del neobarroco, que viene más de la escritura de Severo Sarduy.

ENTREVISTA A MARIO ARTECA



POR LUIS MALTZ Y MAURICIO VALLUZZI


Mario Arteca nació en La Plata en 1960. Es periodista cultural y escritor



PRIMERA ENTREGA

ACERCA DE LA LECTURA

Te aferrás a lo primero que leés, aquello que te saca de la modorra de cuando no leías demasiado; a mi me pasó eso con Neruda, después lo detesté rápidamente, tenía una proliferación de palabras que a uno le aumenta el diccionario personal. Después hubo otras lecturas, cuando dejé a Neruda empecé a leer a otra gente. Gelman me gustaba mucho, ahora no lo leo para nada. Pero a mí me hizo un click importante cuando leí a un italiano que se llamaba Eugenio Montale: es un autor de una densidad y profundidad que pocas veces se ve; era más críptico, más simbólico, a mí me daba a entender que la poesía no era sólo una comida para desdentados. Había que masticarla de a poco. Te vas preguntando qué significa cada poema, luego te das cuenta que el significado no es tan importante, sino lo que auditivamente ofrece el poema. Me llevaba a un lugar que no tenía que ver demasiado con un poema, era como retazos (cortar y pegar) Después me abrí a otras lecturas, vas a librerías y buscás lo que no conocés. A mi la lectura de José Kozer me movió mucho, un escritor cubano muy importante, muy amigo; es el hombre que pudo leer a Lezama Lima y no hacer exactamente la misma trayectoria, mucho más sensual que Lezama (si se puede ser más sensual) más críptico y doméstico. Es un escritor que no sólo entiende cómo funciona su lengua, entiende como funciona la lengua universal de la literatura (una especie de Ezra Pound cubano, que trabaja mucha información literaria, mucho culteranismo. Pero eso está siempre en la superficie de la lengua, en un lugar hogareño, de la domesticación; lo trabaja como parte de una casa donde está él y Guadalupe, su esposa) Luego de esta etapa hogareña, el cubano se va complejizando y trabaja con la repetición fónica como modo de puntuación.

VIEL TEMPERLEY

Al leer la obra completa, descubrís su trayecto: de poeta de campo a la singularidad de Hospital Británico.

Este último Viel Temperley empieza a extraer imágenes (Hospital británico, Crawl). Es el único poeta que hace una antología antes de morir. La mayoría de los poetas trabaja lo íntimo como una manera de intervenir en la literatura, él utiliza lo íntimo como una manera de crear imágenes. Sobre todo imágenes que son casi psicoanalíticas: la idea del padre, la madre, la zona del útero, del vientre materno (el útero cuando uno está y no recuerda nada, es como el poeta que no tiene conciencia de lo que sucede porque es como si no hubiese nacido) En la literatura argentina es una operación muy rara siendo la poesía argentina muy abstracta.

RICARDO ZELARRAYAN

Zelarrayán aparece como un continuador de lo que cortó la dictadura y que había comenzado con El Fiord de Osvaldo Lamborghini: relectura de la gauchesca, de la lengua bárbara (en el sentido sarmientista)

Si leés El Fiord te das cuenta que es un texto muy burdo, en el sentido de presentar tan claramente las claves de lectura, tiene carácter fundacional.; esto encuentra continuidad en el trabajo que realizan con la jerga popular, cada uno a su manera: Manuel Puig, Germán García con Nanina, Alejandro González con Andá a cantarle a Gardel y Luis Gusman con El Frasquito.

Estas escrituras resultaron un movimiento casi inconsciente de la literatura argentina que la narrativa le dio a la poesía. Cuando Zelarrayán publica “La obsesión del espacio” es un texto neolamborghiniano cuando Osvaldo aún era joven. Había una comunidad alrededor de Literal que desmentía al boom latinoamericano. A nivel narrativa deriva en la novela de lenguaje (Néstor Sánchez); pero en poesía sirve para salir del baúl de los 60 (piola a nivel ideológico malo desde lo estilístico). De ese cofre también salen Gelman (especialmente con Fábulas) y Miguel Ángel Bustos (rescatando sólo muecas de los 60) y también Zelarrayán (Cucurto plagia a Zelarrayán más que a Osvaldo, ha sabido con inteligencia rescatar esa obra, pero su producción con valor presente no sé si tiene valor futuro) ¿Qué hubiera pasado si ese movimiento no se hubiera cortado por la dictadura?

ACERCA DE SU ESCRITURA

Mi primer libro publicado fue en verdad mi tercer libro: Bestiario búlgaro. La segunda parte de Bestiario trabaja una zona más áspera, no tan lírica como la primera; y eso me interesaba porque uno de los problemas de la poesía en argentina es la poesía poetizable. El gusto por el arte pop se ajusta a mi necesidad de frescura, la experiencia Di Tella en ese sentido me resulta capital: la idea de lo alto y lo bajo al mismo tiempo. Eso ocurre en la obra de uno de mis escritores favoritos John Ashbery. Mecanismos y procedimientos en sí mismos, cada libro tiene que ser distinto a otro: un libro de poesía al igual que un concepto es muy fugaz, muy maleable y aunque resulte ininteligible lo que rescato de un libro es su eficacia, movimiento y personalidad.

Si me preguntan por el sentido en la poesía, me encanta trabajar zonas antagónicas, antítesis; por ejemplo en Impresiones de un folleto conviven citas en alemán junto a banalidades y eso contribuye a una lectura no lineal.

Guatambú debe ser el libro que más me costó y más rápidamente hice: cuatro meses de escritura y una hija recién nacida que lloraba como un becerro. Escribía de las once hasta las tres de la mañana. Hubo un momento en el que me dio la sensación de que este libro iba a ser algo, que tenía que funcionar aunque sea como bomba de hidrógeno. A mi me importó trabajar distintos estilos: objetivismo, por momentos nouvelle vague, con citas que no le importasen a nadie pero que en el conjunto seguramente aportarían algo. En Guatambú hay mucha conversación, mucha gente hablando. Incluso transcripciones de cartas como la que le escribí a García Helder definiendo lo que en ese momento para mi era un poema. Trabajé la idea de dificultad, de no haberlo manyado todo, la idea de que algo caiga bien y uno no comprenda por completo. Lo que me importó es que tuviese cierta eficacia, cierta apertura: que abriese un camino.

Yo lo pensé como un libro polaco al principio, había visto en ese tiempo la muy linda biografía de Krzysztof Kieślowski. Después se convirtió en un libro del Mercosur (Portuñol) tras mis lecturas de Catatau de Paulo Leminski, Mar Paraguayo de Wilson Bueno (¡tremendo libro¡) y un trabajo ocasional como corrector para una editorial de San Pablo.

FRAGMENTO DE GUATAMBÚ


Hasta él mismo se extrañó de poder hablar
1980 con ellos. Sí, hay una depresión del terreno
cubierta de alisios y en verano todo muda
en un lago. Las puntas de los alisios se recortaban
sobre un fondo de cielo color limón, con sus contornos
oscuros, mientras tenía ante sí un compacto de árboles
jóvenes. Allí donde el acceso era difícil, la tierra
se conservaba mojada; cada vez que alguna cosa sucedía,
desde un lugar le respondían desde tres o cuatro puntos
diferentes. Por encima de los árboles, una silueta
y luego otra. El hecho de que estuvieran volando allá
arriba no probaba nada aún. Atención: una sombra pasó
entre el cepillo de las brisas más jóvenes, se posó después
de un disparo y encontró aquello tendido de espaldas, vivo
aún, las garras erguidas en actitud de defensa. La piel,
disecada, conservará durante un tiempo el aspecto de éste
y no de otro ser, mientras no la destruya la polilla.
Quiso lanzar un reclamo, aunque sólo consiguió quedarse
ronco, cambiada ya la voz, nunca otra vez aquella señal
aguda (contrapicado) entre el maullido de un gato
y el silbido de la bala, haciendo centro. Lo único
que los justifica es la medida de sus proporciones;
cuando no se expresa aquello que no existe, de la misma
forma en que el Estado protege a sus animales
2001 de caza mediante leyes y a la nueva generación
por medio de verjas (G. Benn). Asbesto,
la inflación de la conducta; sucesión espontánea del páramo
en su dogma, las muñecas anuda hasta zamparlas del todo;
es un mundo para ella y así, incluso, con esa carga apenas
lo conoce. Pero insiste con él, se deja estar entre esos brazos
iguales a los suyos en la compensación de los detalles.
A escala dará lo mismo que él y ella sumen de a un coágulo
el ritmo del vareo, aúnen sus pies en el caldo de la noche,
cuando incurrir en ello supone el principio de toda atracción
tras largas emanaciones. Corrige, tacha la válvula paterna;
proviene del horror vacui cada despunte de sus ojos. Lo ve,
imprime los suyos saliente de un reflejo acercándose al apego
de una cámara. En la nueva toma ningún miembro del dúo
opina lo contrario. Hacen correr sus cilicios al amparo
de un efecto, un rebote. Al tiempo se refractan, salpican
milímetros de la piel que los une (si es para siempre, mejor)
pero sería demasiado, tamaña coincidencia; o bien le zumba
cualquier atisbo de un script en la cara, segura cosa entre ellos.






ELEGIMOS DE EUGENIO MONTALE

La anguila

La anguila, la sirena
de los mares fríos que deja el Báltico
para llegar a nuestros mares,
a nuestros estuarios, a los ríos
que remonta por el fondo, bajo la crecida adversa,
de cauce a cauce, y después
de hilo a hilo, sutilizados,
cada vez más dentro, cada vez más en el corazón
del macizo, filtrándose
entre burbujas de fango, hasta que un día
una luz brotada de los castaños
le enciende brillos en charcos de agua muerta,
en los fosos que unen
los saltos de los Apeninos a la Romaña;
la anguila, antorcha, látigo,
flecha de Amor en tierra
que sólo nuestros barrancos o los resecos
arroyos pirenaicos devuelven
a paraísos de fecundación;
el alma verde que busca
vida sólo allí donde
muerde el ardor y al desolación,
la chispa que dice:
todo comienza cuando todo parece
carbonizarse, rama sepultada;
el iris breve, gemelo
de aquel que engarzas entre las pestañas
y haces brillar intacto entre los hijos
del hombre, inmersos en tu fango, ¿puedes tú
no creerla hermano?

Versión de Jesús López Pacheco